Hoy la Iglesia recuerda a Santa Cecilia, una mujer que por medio de su martirio da testimonio de fe y valentía. Se suma a una larga lista de hombres y mujeres que han dado su vida y derraman su sangre por amar y seguir a Cristo.

En nuestra Congregación tenemos 2 obras consagradas a su patronazgo: El Colegio y la Clínica que llevan por nombre Santa Cecilia son dos proyectos fundacionales, soñados por nuestra fundadora, Madre María Magdalena Guerrero Larraín, una mujer de otra época, pero que de igual forma, testimonió con su vida poseer una fe inquebrantable y mucha valentía.

Te invitamos a profundizar y reflexionar sobre esta santa en las palabras del P. Claudio Varas, Encargado formación Espiritualidad de la Preciosa Sangre:

Santa Cecilia es perseguida por proclamar su fe, por profesar su amor a Cristo. Esto la hace aún más grande para el testimonio de una Iglesia que fue perseguida y que sin embargo caminó al lado de Dios. Cuando en el año 1987, visito chile el Papa Juan Pablo II, una de las imágenes a quedar en la retina de su visita y del país fue la siguiente frase “no tengáis miedo de mirarlo a Él” (señalando el rostro de Cristo) mensaje a los jóvenes y a todo un país. Esta frase va a significar amar hasta dar la vida.

La cruz de Cristo es testigo directo de este acto de tanta grandeza y nobleza, hoy la Iglesia es testigo de tantos y tantas mujeres del mismo acto de grandeza y nobleza ante Dios. No temerle a Dios nos debe llevar a reflexionar que su compañía debe estar enmarcada en la confianza, en la amistad, no en el miedo, ya que, el miedo no conduce al amor. Hay que dejarse acompañar por Él en nuestro caminar, como lo hizo con los discípulos de Emaús.

En la sangre de Santa Cecilia, está la sangre de Nuestro Señor Jesucristo, en el dolor de Santa Cecilia, está el dolor de Nuestro Señor Jesucristo, en el gozo de amor de Santa Cecilia, está el mismo gozo de amor de Nuestro Señor Jesucristo. Les invito a reflexionar en la compañía de Santa Cecilia ¿Qué tan valientes somos a la hora de defender nuestras convicciones de fe?……esta pregunta nos coloca en el contexto actual de nuestra sociedad. Con una Iglesia cuestionada, con una institución marcada por cosas tan buenas, pero también marcada por el pecado. Este sin duda es un gran tema de conversación y charla en la intimidad de nuestros hogares.

Podemos enumerar muchos temas, para algunos “controversiales” a la luz de la Iglesia y a la luz de la sociedad. ¿Qué tan valientes somos a la hora de enfrentar los retos que nos encontramos en nuestras vidas? ¿Qué tan valientes somos de mirarnos a nosotros/as mismos/as y reconocernos fuertes y a la vez tan frágiles? Bueno…Santa Cecilia como otros y otras reconociéndose frágiles ante Dios, lo amaron hasta el extremo, se colocaron en sus manos y Dios hizo el resto.

Les invito a no temer lo que diga el resto…el mundo, ante el hecho de proclamar nuestra fe. Les invito a compartir los valores cristianos que hemos ido aprendiendo en el hogar, familia, colegio y en otras tantas instancias, y lo compartamos con un verdadero testimonio de valentía y fe como lo hizo en su tiempo Santa Cecilia.