Este año 2024 como Congregación les invitamos a hacer un camino maravilloso acompañando a madre María Magdalena Guerrero nuestra fundadora, quien desde su vida y vocación va siguiendo las huellas de Jesús en su caminar en nuestra tierra. Junto a ella iremos caminando desde nuestra propia vida e historia, y así nos acompañaremos en el crecimiento de la fe por medio de nuestra Espiritualidad de la Preciosa Sangre.

Hoy día estamos recordando el nacimiento de nuestra fundadora. Hoy nace una mujer que va a dejar huellas en la historia de nuestra Iglesia chilena, en la vida de muchos hombres y mujeres que van a seguirla y a contemplarla como ejemplo de fe y perseverancia en el amor a Dios y a los demás.

Hace pocas semanas celebramos la navidad, este hecho maravilloso que no alcanzamos a entender a cabalidad, nos lleva a descubrir la alegría de un “nacimiento”, y cuando esto ocurre muchas veces ante el recién nacido/da nos preguntamos ¿Qué será en su vida? ¿Qué hará de su vida? Estas preguntas seguro también se las hizo María y José.

Muchos años después del nacimiento de nuestra madre fundadora, podemos decir que ella hizo de su vida una ofrenda a Dios, y que hizo en pequeños actos por los demás, grandes cosas a los ojos de Dios. Siguiendo tus huellas madre María Magdalena, vamos a dar gracias por tu sí a Dios, vamos a dar gracias a Dios por tu vocación que desde la Espiritualidad de la Preciosa Sangre nos dejas la tarea de respetar la vida y dignidad de los más pequeños como nos enseñó el Señor.

Madre María Magdalena al seguir las huellas del Señor en su caminar, vio que todos y todas tenemos la misma dignidad de hijos e hijas de Dios. Descubrió que el Señor compartía la vida con los demás no importando como el resto los catalogaba, a veces de pecadores y pecadoras. El Señor miraba sus corazones, y eso lo asentó en su propio corazón madre María Magdalena. Al celebrar el nacimiento de alguien, celebramos y nos gozamos de nuestra Espiritualidad de la Preciosa Sangre. Es en la “vida” donde toma fuerza y razón de ser la Sangre Preciosa de Cristo, es en esta instancia donde esa sangre de vida, nos hace mirar la cruz como un sacrificio amoroso.

Así comenzamos a caminar con madre María Magdalena en el día de su nacimiento. Así comenzamos este año un caminar a su lado que nos invita a abrir nuestro corazón, a dejar que ella hable, a dejarnos guiar para de igual manera seguir las huellas del Señor. Elevamos nuestra oración por el descanso eterno de nuestra Hermana y que, desde la presencia de Dios, nos anime a caminar a su lado siguiendo las huellas del Señor.