Este domingo 5 de octubre, en el Templo de la Preciosa Sangre, celebramos una solemne Eucaristía en acción de gracias por los 138 años de fundación de nuestra Congregación de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
La ceremonia fue presidida por el padre Sebastián Vial Cruz, quien acompañó a religiosas, colaboradores y amigos de la Congregación en esta significativa fecha. En la instancia también participaron descendientes de una de las familias bienhechoras de esta obra en sus inicios: la familia Ruiz-Tagle Portales.
Durante la celebración se recordó el camino de fe iniciado en 1887 por Madre María Magdalena Guerrero Larraín, inspirada por la espiritualidad del apóstol de la Preciosa Sangre, San Gaspar del Búfalo, y por su profundo amor a Cristo en el misterio de la Redención.
En la liturgia se destacó la entrega y amor que dieron origen a la Congregación, así como la misión de continuar anunciando la esperanza desde la espiritualidad de la Sangre de Cristo. El encuentro fue también ocasión para rendir un especial reconocimiento a don José Aravena Tamayo, quien durante largos años ha prestado un servicio fiel y comprometido en distintas obras de la Congregación. Su trabajo fue especialmente recordado por su valiosa participación en la restauración del templo tras el terremoto de 1985, una labor que marcó su entrega, responsabilidad y amor por esta casa y su comunidad.
Con gratitud y alegría, pudimos celebrar y agradecer a Dios por estos 138 años de historia, oración y servicio, pidiendo que la Sangre de Cristo siga siendo fuente de vida, esperanza y salvación para todos quienes formamos parte de esta gran familia espiritual.